Panteísta IV


El precio más alto siempre lo pagan aquellos a quienes amamos.

El sentimiento de culpa que me carcome por dentro, no puede borrarse, se tiñe del color de tus lagrimas. Esas que por mi culpa fueron derramadas, esas que nunca debieron ser. Si algún día encuentro una explicación a esto serás la primera en saberla. Ojalá un día pueda perdonarme.

Tus besos y tus abrazos me transportaron siempre a un cielo estrellado, iluminado por millones de soles distantes y me traían de regreso a tu lado. No puedo hacer más que pedir perdón por todo el dolor que te he causado. Espero que de verdad solo exista amor para mí en tu corazón. Siempre quise estar a tu lado, fueron los mejores años que hasta hoy he tenido. Sin ti no sería lo que soy ahora.

No sé como me desvié del curso de tus brazos, no sé como llegué a otros brazos. Solo espero que los tuyos sigan abiertos a recibirme algún día. No sé si llegaré a ver ese día. Me duele. Me duele verte llorar, me duele ver la tristeza en tus ojos. me duele saber que te hice daño. Me perdí. Perdón.

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